¡UDEC ES CAMPEÓN DE LNB!

Basket UdeC derrotó a CD Valdivia en el cuarto partido de las finales y se coronó campeón de la LNB 2021

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Un partido de infarto se vivió la noche de este sábado en el Coliseo Antonio Azurmendy Riveros de Valdivia. El local, Club Deportivo Valdivia, llegaba con la misión de ganar el cuarto partido de la serie para estirar la definición a un quinto encuentro. Los locales venían con el impulso de una victoria el por 61-52 este viernes, pero en frente se encontrarían con una Universidad de Concepción (UdeC) ya sin tantos nervios y con hambre de triunfo.

El balón subió a los cielos y Santiago Soulodre aprovechó el envión que le dejó su impecable partido 3 para anotar los primeros 5 puntos de su equipo. Solo después de transcurridos dos minutos de partido, el campanil pudo inaugurar sus cifras, con un experimentado Eduardo «Lalo» Marechal que buscaba sacarse la espina de dos finales de liga perdidas cuando jugaba por Leones de Quilpué.

Golpe a golpe siguieron sin sacarse ventaja. Ni tan pronto CDV sacaba una luz, venía la respuesta de un hombre clave durante toda la temporada: Diego Silva. Al cabo de los primeros 10 minutos sabíamos perfectamente de qué venía el resto del juego. Intensidad defensiva, posesiones largas y canastas de lujo. La chicharra llamaba al primer descanso con el marcador 16-13 a favor del conjunto del Calle Calle.

A pocos segundos del regreso al campo, un apagón afectó a los focos centrales, interrumpiendo el desarrollo del partido. Ambos conjuntos fueron a sus bancas para conversar mientras se solucionaba el problema.

Cipriano Nuñez, Director Técnico de Universidad de Concepción, supo sacar provecho del temporal, pues tomó su pizarra nuevamente y planteó un segundo cuarto impecable, con un cambio en su sistema defensivo y la aparición protagónica en ofensiva de tres jugadores de intermitente desempeño en la serie: Lino Sáez, Evandro Arteaga y Rodrigo Madera. El trío penquista se comió la cancha ante la mirada atónita de las mil almas que llenaban en la medida de lo posible la catedral del básquetbol chileno.

Los dirigidos por Manuel Córdoba fueron borrados de la cancha, no alcanzando siquiera la decena de puntos (9) en los segundos diez minutos de partido. Con un marcador de 25-34 el duelo se iba al descanso largo.

El impulso anímico del campanil se mantuvo al inicio del tercer cuarto. Las ansias de triunfo se hacían patentes, pero en frente había un hueso duro de roer. La UdeC, sin embargo, lograba su máxima diferencia del partido. Mediado el tercer cuarto se encontraban arriba por 14 puntos. No fue sino hasta 3 minutos del final del período que los locales despertaron. Tras el tiempo muerto pedido por Manuel Córdoba, todo el CDV – hinchada incluida – salió del letargo. Tenían una última oportunidad para hacer las cosas bien. Era ahora o nunca. Suárez, Amado, Isla, Martínez y Bravo encadenaron una racha de canastas para los albirrojos, que con más ímpetu que cualquier otro factor, lograron llegar al – se suponía – último descanso perdiendo por solo 6 puntos.

El cuarto parcial del encuentro fue para enmarcar. Un excelente resumen de lo que fueron todos los partidos de estas finales. Dientes apretados, incertidumbre y bombazos que cayeron como la lluvia sobre el techo del Antonio Azurmendy Riveros de Valdivia. Faltando 5 minutos para la última chicharra, CDV empataba el juego en 56, y posteriormente pasaría arriba hasta por 6 de ventaja. Sin embargo, apareció Evandro Arteaga para darle una nueva vida al campanil y acercarlos a una sola posesión.

Entró en juego el reloj como principal protagonista, se acotaba el margen de error para los dos elencos que luchaban de cabeza cada pelota dividida. 63-60 estaba arriba el local, cuando faltando 11 segundos cayó la bomba que dejó frío a todo el gimnasio. Diego Silva cruzaba toda la cancha, para convertir un triple desde el eje, dando el empate a su equipo y forzando un alargue. Un alarde de talento que celebró con dedicatoria incluida.

Con un Silva así de inspirado, la Universidad de Concepción simplemente no podía perder. El antofagastino debía tomarse revancha de las tantas veces que le tocó masticar derrotas colectivas y personales. La última de ellas hace no mucho, cuando quedó fuera de la nómina de la selección chilena.

La tromba del campanil se adueñó del alargue y, si bien el Club Deportivo Valdivia opuso resistencia, un triple seco saliendo del dribbling por parte del puntarenense Carlos Lauler sentenció la serie, dejando un marcador final de 68-71, y coronando como nuevo campeón de la Liga Nacional de Baloncesto a la Universidad de Concepción.

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