Gerardo Isla: “Por esta crisis no dejamos de ser deportistas, tenemos que estar en las mejores condiciones para cuando se vuelva”

El básquetbol nacional ha sido uno de los deportes más afectados con la pandemia del coronavirus, luego de que el pasado 16 de marzo la LNB anunció la suspensión definitiva de la competencia producto de la emergencia sanitaria. Estos más de siete meses de inactividad han tenido diversas consecuencias para los clubes y sus jugadores, que ahora se preparan para retomar la actividad con los torneos de transición a iniciar en enero de 2021.

En este contexto el seleccionado nacional y capitán del Club Deportivo Valdivia, Gerardo Isla, conversó con el equipo del programa de BasquetChileno, La Prórroga, en donde abordó el actual escenario de la liga nacional y lo que se viene, recalcando la importancia que significa que los jugadores se mantengan física y mentalmente activos para enfrentar de la mejor manera el reinicio de las competencias.

Asimismo, Isla que también es vicepresidente de la Asociación de Jugadores, se refirió a las situación económica tanto de los jugadores y de los clubes, repasó lo que ha sido su carrera a nivel profesional en el baloncesto y nos entregó un análisis de lo que será la próxima ventana FIBA, en la que la Roja del básquet se medirá con las selecciones de Argentina y Venezuela en la burbuja de Buenos Aires entre el 27 y el 30 de noviembre.

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-¿Cómo es la sensación de ese momento cuando cantas el himno nacional como jugador chileno, teniendo el respaldo de la hinchada?

-Yo partí en esto muy pequeño y soñaba mucho en llegar a jugar en un coliseo lleno, pero ni siquiera en mis mejores sueños me lo imagine hacerlo por la selección. En el primer partido que fue en Valdivia contra Colombia con esta modalidad de las eliminatorias, yo estaba lesionado, me había hecho una cirugía en la rodilla, entonces fue muy complejo porque pensé que esa oportunidad nunca más se me iba a dar. El deporte a veces te da y quita muchas cosas, pero en ese momento era algo que yo tenía muchas ganas de cumplir y lo veía un poco como que se me había escapado de las manos. Tuve la suerte de poder volver a jugar, de aparecer en la selección en septiembre de ese mismo año 2018 cuando jugamos contra Canadá, en un partido con muchas expectativas porque se esperaban más jugadores de la NBA que al final no llegaron. Es un sentir muy especial porque hay un recuerdo muy rápido de todo el recorrido para llegar a ese lugar. Más allá de los emocionante, es muy especial, no sé si sea la máxima expresión de jugar por tu país, sino que es estar con la camiseta de tu país, cantando el himno nacional y, en mi caso, en mi casa que es el Coliseo que es mi segundo hogar, donde me críe, llegue a los 10 años ahí y ya llevo un montón. Entonces para mí es muy especial cantar el himno, en mi ciudad, en una cancha en la que he vivido y, sobre todo, que desde el primer momento me tocó ser capitán, me siento muy privilegiado de las oportunidades y de los momentos que he obtenido gracias al deporte.

-¿Cuál es tu visión del baloncesto nacional a partir de tu experiencia en el extranjero?

-La comparación de lo que he visto, es que creo que a lo que tenemos que apuntar es intentar tener un básquetbol a una mayor intensidad donde se compita y se juegue teniendo desplazamientos más rápidos, una ocupación de espacios más clara y, creo que desde ese trabajo de los fundamentos, podríamos tener equipos mejores y más preparados.

Yo sentí mucho, cuando estuve en la segunda división argentina, la diferencia de intensidad durante el entrenamiento y, sobre todo, lo que es la competencia del día a día. Creo que esa es la clave para mejorar, la clave de por qué se avanza bien o mejor en otros lugares. Una es la intensidad con la cual se entrena, prepara y juega y, finalmente, es el tema de la competencia diaria, no solamente en el partido sino que desde los entrenamientos. Son todas esas cosas que a veces no las vemos como tan de peso, las vemos como que al final lo único que importa es el rendimiento en una cancha.

-¿La Liga Nacional se ha comunicado con ustedes como Asociación de Jugadores para entregarles algún tipo de protocolo de lo que será el reinicio de la competencia en el ámbito sanitario?

-Hemos tenido un par de reuniones entre los representantes de cada club, que son los capitanes hasta la temporada anterior, y un grupo de representantes de la nueva directiva. Lo que hemos visto son cosas ya conocidas: como se va a jugar; cantidad de extranjeros para la que teníamos una propuesta, pero terminó siendo distinta por la situación país; la cantidad de jugadores nacionales; y otras cosas que son bastante importantes para nuestro entender como la regularidad de las remuneraciones, que estén más normadas y no tengamos sorpresas al final de cada temporada.

En cuanto a los protocolos, al menos se esperaba que se pudiera jugar con al menos un 25% de la capacidad de cada gimnasio. Hasta el momento no hemos visto esa parte, pero está la Comisión Retorno que ve todas esas cosas. Nosotros lo que sabemos, es que los clubes podrían volver a entrenar con los protocolos que ya existen desde el Ministerio del Deporte, pero también depende de cada club y de sus posibilidades. Hasta el momento, lo que sería el evento, el día del partido, yo desconozco y todavía no hay un protocolo. Creo que sería bueno conocerlo cuanto antes para familiarizarnos y estar un poco más informados de lo que va a pasar cuando se vuelva jugar. La disposición de nosotros como jugadores es total, para cumplir con los diferentes testeos y las medidas preventivas que debamos tomar, porque sabemos que será algo complejo, el básquetbol es un deporte de contacto y en el que es muy probable que nuestro entorno cercano también tenga que tener ciertas precauciones para prevenir los contagios no sólo con nuestros equipos, sino que también con los rivales, porque la idea es que la liga no se detenga.

-¿Ustedes como jugadores han planteado algunas exigencias o inquietudes de cómo se realizará el reinicio de la liga?

-Nosotros nos estamos asesorando con personas que trabajan y se manejan en esto mejor, para exponer nuestras inquietudes de cómo vamos a manejarnos durante los entrenamientos y con nuestro entorno. Porque nosotros no queremos que se detenga la liga por algún contagio que se pudo haber prevenido. Todos estamos expuestos a contagiarnos, es una realidad, las medidas preventivas ayudan mucho, pero en cualquier momento, en cualquier descuido puede suceder algún contagio y nosotros queremos reducir esas posibilidades al mínimo y para eso necesitamos estar en conocimiento de cuáles serían las pautas. Queremos desarrollar, no sé si nuestro propio protocolo, pero sí tener una idea y llegar a algunos acuerdos en los que nosotros nos estemos cuidando, seamos responsables, pero así también sintamos de vuelta que se está intentando hacer todo lo posible para disminuir esos riesgos que van a existir, pensando en que hasta que no exista esta esperada vacuna vamos a estar siempre expuestos a contagiarnos.

-¿Qué pasó con la gestión en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados con la ayuda del diputado Marcos Ilabaca?

-La gestión realizada en la Cámara para la modificación del Código del Trabajo e incorporar al basquetbolista como un deportista profesional, está a la espera de pasar a la Sala. El 5 de noviembre de 2019 iba a ser votado para eso, pero por la contingencia nacional han habido otros temas que han sido más urgentes. Es algo que tiene que avanzar y para lo que nosotros como Asociación de Jugadores ya nos estamos reorganizando y reactivando, en su momento ya se va a saber y va a quedar mucho más claro, pero seguimos trabajando y avanzando en otros temas hasta que podamos tener todas nuestras cosas legales en orden.

Ahora, lo importante aquí es que la condición de profesional no se da solamente por un papel o un contrato, sino que se vive de una manera integral. Yo me considero un profesional del deporte más allá de lo que diga mi contrato. Es una forma de vivir, como nosotros queremos llevar nuestro deporte, entonces va de la mano con tener una protección social, algo que está muy en boga en este tiempo, para estar prevenidos y protegidos en casos complejos como ha sido esta pandemia. Todas esas cosas involucra tener una actividad más profesional, donde no tengamos que tener tantas incógnitas, sino que muchas más claridades, que estén a la mano y escritas formalmente.

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-Como miembro de la Asociación de Jugadores ¿Qué opinión tienes de la demanda que hizo Pedro Sandoval a Deportes Ancud? ¿Qué opina la Asociación sobre llegar a ese punto?

-Como Asociación estamos en un proceso de reactivación y por lo mismo no estamos emitiendo muchos sonidos, porque tenemos que tener un cuidado especial hasta estar un poco más establecidos y dentro de la legalidad que se requiere en este tipo de instituciones tan importantes, no sólo como jugadores profesionales sino que todos los jugadores de básquetbol del país pueden participar.

Obviamente como Asociación y como jugador de básquetbol a un colega el apoyo es total. Hace un año la visita a la Cámara de Diputados fue justamente por eso. Hay mucha informalidad e irregularidad en el medio que no debería existir para que no sucedan este tipo de situaciones, donde un jugador llega a un acuerdo del pago de sus remuneraciones y no se cumple. Y también hay unos vacíos en los contratos que son a plazo fijo, indefinido o a honorarios, lo cual lo hace mucho más complicado y que nosotros como Asociación estamos tratando que se regularice dentro de la liga.

Yo espero que estas cosas no vuelvan a suceder, porque también limita en la cantidad de jóvenes que se quieren dedicar a esto y ven una actividad que es un poco desordenada, donde no saben si les van a cumplir o no, y si los sacrificios que van a hacer para llegar a ser un jugador de básquetbol van a ser lo suficiente para hacer de esto una carrera profesional. Espero que no vuelva a pasar, que más allá de declaraciones que no han sido justas hacia Pedro, de que una participación dependa de cómo llega esto a un acuerdo, porque son presiones dentro de una situación bien compleja que no son justas. Espero que no vuelva a suceder porque, uno, la incomodidad de estar cobrando por lo que tu trabajaste; dos por tener una familia detrás a la que hay que mantener y obviamente tu tomas la decisión de ser un profesional de esto; y tres porque no es un buen precedente para las futuras generaciones que quieres hacer de esto una vida profesional y jugarselas por ser basquetbolista. A mi me interesa mucho cuidar eso y que los jugadores que vengan, tengan la seguridad de encontrar una actividad por la que valga la pena jugársela.

-¿Cómo ves tú el estado anímico, deportivo y económico de los basquetbolistas nacionales producto del parón que ha significado la pandemia?

-Hay distintas situaciones. Hay clubes que se han portado muy bien con sus jugadores, porque también tienen las posibilidades de hacerlo. Otros terminaron las relaciones laborales de la mejor manera, cumpliendo todo, pero asumiendo también que no iban a poder hacerse cargo de otros compromisos. Y después también hay cierta informalidad del medio, sobre todo en el tema de la protección social. Muchos jugadores pueden haber terminado un contrato de trabajo en estos momentos, pero a la vez ¿cuántos contratos de trabajo tuvieron anteriormente? Entonces eso afecta directamente a lo que es el seguro de cesantía y, también afecta, a que cuando los clubes terminan un contrato de trabajo no se adhieren a una ley de protección al empleo que pudiera estirar la cosa a tres meses más.

La situación, sin ir muy lejos, me toca muy de cerca. Nosotros terminamos el contrato laboral el 31 de marzo y ha sido complejo porque mantener el ánimo y seguir una actividad, mental y física, ayuda mucho a enfrentar estas cosas. Todos se pusieron creativos e intentaron hacer algo, pero estamos tratando de llevar de la mejor manera esta pandemia en cuanto a temas económicos, que afecta mucho. Nosotros por esta crisis de estos ocho meses no dejamos de ser deportistas, tenemos que seguir manteniéndonos, seguir preparándonos, estar en las mejores condiciones posibles para el momento en que se vuelva. Porque, más allá de que sea nuestro trabajo, nuestra pasión, es nuestra responsabilidad llegar en las mejores condiciones posibles al momento que se pueda competir. Esto es importante no sólo para nosotros, sino que para prevenir lesiones que pueden ocurrir, también para tener una claridad en cuanto a lo económico y a nuestro futuro laboral y, finalmente, para una estabilidad emocional, de tener seguridad respecto a nuestro rumbo.

-Tu dices que desde la perspectiva del jugador ayudar a que la competencia vuelva ¿Cómo ayuda el jugador, desde qué arista en ese sentido?

-Desde el punto de vista físico nosotros estamos poniendo todas nuestras ganas y energías en mantenernos lo mejor posible para no ser, literalmente, un cacho al momento en que lleguemos a jugar dentro de un club. Estar en las mejores condiciones para entrenar y gradualmente, que es lo que se necesita de seis a ocho semanas, para volver a jugar y no tener tantas lesiones físicas. Ese es nuestro primer punto de partida.

Después tenemos también un entendimiento en ser flexibles sobre muchas cosas que van a ser distintas. Hay muchos clubes que terminaron con distintos tipos de deudas, algunas mayores y otras menores, otros clubes que se han ido poniendo al día durante la pandemia, clubes que terminaron muy bien y ojalá todos siguieran ese ejemplo en la medida de lo posible. Es un escenario bien heterogéneo donde todos hacen sus esfuerzos por participar dentro de una competencia que es la mejor que tenemos en Chile. Como jugadores estamos poniendo nuestras energías en estar preparados, en entender las situaciones de los distintos clubes y tratar de llevarlo lo mejor posible, y nuestra disposición de partir a jugar desde el momento en que se pueda. Porque para nosotros es clave mantenernos en competencia, no sólo en la liga, ahora que tenemos una ventana FIBA a un mes y medio y hay que estar en las mejores condiciones, no hay excusas en eso.

-De cara a la próxima ventana FIBA ¿Qué te parece el grupo que tendrá que enfrentar Chile en la burbuja de Buenos Aires con Colombia, Venezuela y el dueño de casa Argentina?

-Tengo ciertos cuidados, porque por ejemplo la liga colombiana ya se está jugando y aún la liga de nosotros y las otras dos no. Entonces Colombia puede venir con algún rodaje superior, a pesar de que no van a tener mucho tiempo para prepararse como equipo lo cual, perdonenme los jugadores colombianos, no es un juego que los caracteriza normalmente. Entonces tengo algunas precauciones de cómo se van a desarrollar los juegos frente a ellos y los otros equipos. Lo complejo acá es que todo será muy raro, cómo llegamos allá, cómo se va a jugar, si las autoridades sanitarias lo permiten. De lo que he leído, aún estando confirmado, sigue sujeto a las condiciones sanitarias del país anfitrión y de los que participan.

Sumado a eso, va a ser un lindo experimento poner todas nuestras ganas y disposición después de tanto tiempo sin estar jugando, espero estar llamado primero que todo, a nuestro mejor básquetbol posible siendo que no hemos jugado en mucho tiempo. Será interesante ver cómo ponemos todo nuestro profesionalismo y tratar de jugar de la mejor manera con todas estas complicaciones que ya conocemos y las van a tener todos los otros equipos también. Va a depender mucho de cómo lleguemos preparados y nos encontremos en los entrenamientos, comenzar a practicar con contacto, con oposición, va a ser raro después de tanto tiempo. Habrán varias cosas interesantes que tendremos que resolver.

-¿En qué gimnasio del país te gustaría que Chile jugara en su propia burbuja y por qué?

-Si me preguntas a mí, es súper fácil la respuesta. Si hay que jugar en algún lugar en Chile, probablemente hay que venir a la perla del sur. Así y todo, creo que en algún momento sería bueno, no sé si para partidos amistosos u oficiales, ir a otras partes de Chile para cumplir con algo que creo es una responsabilidad nuestra como selección en general, de llevar el básquetbol a todo el país. Nosotros tenemos que intentar encantar a cada niño, en cada lugar en donde se quiera jugar básquetbol y para eso obviamente que se necesita la mayor difusión y que este deporte llegue lo más cerca a ellos. Lamentablemente ahora por la situación es más complejo que la gente pueda asistir. Espero que la televisión abierta se pueda interesar por este tipo de eventos tan interesantes, en un momento donde no hay tantas opciones en vivo sería bonito poder llegar a más hogares con este deporte que es el segundo más popular en el país.

-Pero dejando fuera a Valdivia, ¿en qué ciudad te gustaría que se hiciera una burbuja?

-Hay varias ciudades que hace mucho tiempo están pidiendo tener una ventana FIBA. Talca con su nuevo gimnasio, Aysén ya tuvo una buena experiencia con las “Huasitas”. Hay muchos lugares para recibirnos, pero también hay que ver quien quiere recibirnos, porque es harto el despliegue y el trabajo, pero yo siento que mi querida Valdivia siempre nos puede recibir de la mejor manera. Ahora, ¿otra ciudad? A mí me gustaría Antofagasta. Es muy lejos, pero lo veo como algo estratégico para que el básquetbol siga alargando el país y no sólo llegue hasta Quilpué, sino que ojalá hasta Iquique y hasta Punta Arenas. Creo que esa es la misión evangelizadora, por decirlo de alguna forma, de la selección.

*Puedes revisar la entrevista completa en el siguiente enlace: La Prórroga, programa especial: Entrevista a Gerardo Isla

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