Un desempeño impecable tuvo Basket UdeC en una histórica jornada en la casa del deporte de Concepción. Los del campanil enfrentaron por el cuarto partido de la fase de grupos de la Basketball Champions League a Sao Paulo FC de Brasil. Los dirigidos por Cipriano Nuñez necesitaban ganar para seguir con vida en el torneo.
En la ventana anterior disputada en Argentina, Universidad de Concepción había caído estrepitosamente frente a los brasileños por 94-47, luego de un estrecho partido frente a Quimsa de Argentina. En esta oportunidad el desenlace fue drásticamente diferente.
Con un día de descanso entre partidos a diferencia de su rival, la UdeC aplicó todo su repertorio de intensidad defensiva para bajar el goleo de los paulistas, armando un partido a su medida.
Si bien Sao Paulo venía diezmado en su rotación – pues sufrió la ausencia de tres de sus jugadores – no es desconocida la calidad de su plantel, quien marcha tercero en el campeonato brasileño.
El partido comenzó con lo que sería una tónica a lo largo de los 40 minutos: un triple de Daniel Pieter Prinsloo. El sudafricano se redimió de un desempeño deslucido del partido anterior en el costado ofensivo y fue una de las principales armas el día de hoy, convirtiendo 24 puntos. Sao Paulo no se quedaba atrás, respondiendo en manos de Jefferson Andrade. El primer cuarto quedó en manos de los paulistas por 23-20.
La UdeC prometía, y se notaba que la química de equipo ya había tomado forma. Muestra de ello fueron dos alley-oop que conectaron Carlos Lauler y Brandon Moss. Sin embargo, Sao Paulo no se quedaba atrás, y con la talla de Renan Lenz hundía el balón en la pintura. Los dos equipos siguieron igual de precisos de cara al aro, terminando la mitad favorable para los dirigidos de Claudio Mortari por 40-47.
El tercer cuarto fue una clase magistral de defensa de los chilenos. Rotando defensas de manera impecable y limpia, lograron conseguir que los brasileños forzaran sus tiros, bajando su goleo a niveles insospechados: 13 puntos. El campanil no se sacó el aro rival de entre ceja y ceja, convirtiendo la expresiva suma de 27 puntos. En resumen, UdeC entraba con ímpetu al último período, liderando 67-60 el marcador.
Los últimos 10 minutos fueron de dientes apretados. Sao Paulo sabía que se jugaba su opción de acompañar a Quimsa en el liderato del grupo, y haría lo que estuviera a su alcance para no desaprovechar la instancia. Defendieron con todo a los chilenos, que no pudieron convertir en toda la primera mitad del parcial. Con una nueva volcada de Renan Lenz se adelantaban 68-67 en el marcador, a falta de 5:19. Blake Hamilton respondía del otro lado, pero una seguidilla de puntos de Corderro Bennet y Lucas Mariano obligaron a Cipriano Nuñez a pedir minuto. Sao Paulo se iba por 5 arriba y parecía que, nuevamente, al igual que frente a Quimsa en los dos duelos anteriores, se escaparía el partido sobre el final.
Cipriano Nuñez puso los puntos sobre las ies, transmitiendo calma a sus dirigidos, y dejándoles en claro que se podía ganar. Sin apoyarse en su pizarra, instruyó a sus jugadores un par de jugadas ya diagramadas con anterioridad. Universidad de Concepción ciertamente estaba preparado para este partido. Volvieron a la cancha y con ello al partido, de la mano de 2 libres de Prinsloo y una nueva conexión aérea de Lauler y Moss.
Al último minuto, la UdeC ingresó abajo por 1. El marcador era 75-76. Sin embargo, un triple de esquina de Diego Silva volvió a poner a los penquistas adelante, lo que fue una inyección de moral gigante para todo el quinteto, que defendió con dientes apretados hasta la última posesión de los brasileños, quienes con 7 segundos en el reloj, pidieron minuto para salir a llevarse el premio mayor. 4 segundos después, Prinsloo cometía su quinta falta, que lo sacaba del partido pero que – sin embargo – anuló la ofensiva de Sao Paulo, que intentó un disparo de 3/4 de cancha en manos de Lucas Mariano sin éxito, dejando como ganador al equipo chileno por 78-76.
La euforia se desató entre los hombres del equipo chileno, que no escondieron su felicidad por el triunfo conseguido. Merecido premio al esfuerzo de la semana.